¿Por qué entornos letrados?
Porque la educación de los niños/as no es sólo tarea de la escuela y debemos aprovechar los espacios cotidianos para impulsar aprendizajes activos y significativos. La primera infancia es una ventana de oportunidades, en este período se establecen las bases para los futuros aprendizajes y conductas, y debemos procurar que todos los niños/as, independiente de su condición social, puedan desenvolverse en ambientes estimulantes, que favorezcan el desarrollo de sus potencialidades. El lenguaje es fundamental para el ser humano, desarrolla el pensamiento, nos permite comprender y expresar las emociones, aprender y participar activamente en la sociedad. Sin embargo, hoy vemos que en Chile el 96% de los alumnos de 1° básico no conoce las letras del alfabeto (estudio Universidad de Los Andes, 2022), lo que genera una brecha que es muy difícil de revertir y acentúa las desigualdades. Por eso, debemos empezar a trabajar antes, desarrollando el lenguaje oral y los precursores de la lectura desde los primeros años, para que los niños/as estén preparados para el proceso de aprendizaje formal de la lectura y la escritura.